MI VIDA EN STUTTGART

viernes, 9 de diciembre de 2011

Saben de qué me di cuenta hace un tiempo ya?? que vivo hace un año y dos meses en Alemania y no tengo amigos alemanes. O conocidos por decir algo, alguien con quien me junte cada cierto rato como lo hago con mis amigas chilenas o las mamás del grupo de bebés. No soy la única, mis compañeras del curso de alemán me dijeron lo mismo y ellas llevan harto más  que yo por acá.

A parte de mis vecinos, que son bien simpáticos y de cuando en cuando cruzamos unas palabras, mi contacto con la sociedad alemana se reduce a lo mínimo: compras, médico, restaurantes y esas cosas impersonales.

Por ejemplo, para muestra he aquí un botón: en el UBahn, Libe en su coche, yo sentada a su lado. La persona que va al frente le habla a la Libe, luego me habla a mi. Mi respuesta antes era: no hablo alemán y hasta llegaba  la conversa, la persona le volvía a hablar a la Libe o lisa y llanamente miraba a la ventana y yo dejaba de existir. Ahora como puedo contestar algo, todo llega hasta que yo digo que no entendí, que hablo poco alemán y ahí automaticamente se acabó el diálogo... tengo que ser justa y decir que en situaciones concretas, los alemanes no tienen ningún problema en hablarte en inglés o español para solucionar lo que sea, comprar algo o dar una indicación por ejemplo. Pero en la vida diaria, es como que no les interesa conocer gente... raro... para mi al menos. 

Cuando estuve en Frankfurt, fui a una función de teatro playback de un grupo alemán de Berlín. Cuando la función terminó, me acerqué a darles las gracias por su representación de mi historía, algo normal en las funciones de playback. Y lo normal, para mi, era quedarse un rato conversando con los actores, pero ellos me miraron, me dijeron felices de nada y me quedaron mirando con cara de ¿y? se le ofrece algo más?... chao les dije, chao me contestaron... plop! pensó yo.

No quiero hacer un juicio valórico sobre esta sociedad, no es mi intención.  No son mala gente los alemanes. Sólo les cuento esto porque me he dado cuenta que no es fácil ser extranjero en este país, con una sociedad un poco cerrada.

Claro que hay excepciones y pucha que son lindas y buenas esas excepciones. Después de esa función, se me acercó Elke, una alemana muy simpática y me dijo: no tienes amigos alemanes? yo quiero ser tu primera amiga alemana... snif! fue lo menos que pude hacer, danke le dije, ahora somos amigas en facebook y con tanta suerte que es de Freiburg y nosotros justo vamos para allá entre navidad y año nuevo.


1 comentario:

  1. Nadia.. cuanto te entiendo!!! Nosotros llevamos viviendo un buen rato en esta ciudad y sólo he logrado una amiga gringa, que sólo veo a veces porque trabaja en antropologia. Tengo hartos amigos (y muy buenos!) pero son 95% chilenos y el 5% restante es internacional (latino-europa). Varias cosas nos unen: estamos en un pais extraño, estamos la mayoria estudiando postgrado y a ratos con muuuuucho stress, nuestros estilos de vida se parecen más que al de los gringos (al menos los gringos de por aca). Cuando recien entre a estudiar, intente incluirme en la sociedad de los grad gringos (btw, soy la unica latina, mujer y con hijo en geologia) y me paso que me aburria muchooooo! recien ahora tengo un compaeñero de laboratorio (gringo) con el que puedo hablar cosas más interesantes (i.e vida fuera del trabajo). Y bueno, la regla general por estos lados es que los latinos con los latinos, los chinos con los chinos, los indu con los indu, y asi.... yo he pensado, tal vez nosotros somos mas amistosos y empaticos que cuando un compañerito gringo llegaba a hacer un semestre a Chile nosotros altiro preguntandole cosas y tratando de ayudar ( y eso que somos chilenos). Unos amigos de Nico llevan rato viviendo en Berlin y la verdad es que la comunidad chileno-latina se repite... Abrazos grandes grandes para los tres!!! tschüs!!

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