MI VIDA EN STUTTGART

viernes, 31 de diciembre de 2010

Viernes 31 de diciembre

Dicen que en el pedir no hay engaño y que el último día nadie se enoja, así que haciendo honor a los refranes populares, y considerando que ya agradecí lo que debía este año, Dios mío querido, he aquí mi petitorio para el 2011:
1.- El 2011 vamos a recibir visitas que ya están con pasaje comprado, así que por favor mándanos un sofá cama!! Ya sea que aparezca en la calle o que encontremos uno barato en la tienda Caritas que abre el próximo lunes, si?
2.- El único lugar que muero por conocer en Europa es Grecia, así que si para eso me tengo que pasar encerrada todo el tiempo, no me importa pero ayúdanos a llegar allá plisss!!!
3.- ¿Es mucho pedir una peguita? No importa si es para mi o para el Coso, pero una peguita de esas güeeeeenas, con sueldo europeo.
4.- El invierno más corto y menos frío de la historia en Alemania, así como nos regalaste una blanca navidad y eso era algo que hace mucho que no pasaba, por fa lo del invierno es de verdad. No me resigno con que estaré en este clima hasta Marzo en el mejor de los casos.
5.- Un verdadero milagro. ¿Y cuál sería? Bueno que Piñera renuncie. Soñemos, si total es gratis. Que vea que las personas que “le cuidan” sus negocios hacen puras leseras, entonces para cuidar su “magro” patrimonio, deje el gobierno y por un decreto perdido de la constitución del 80, que establece que en caso de renunciar un gobernante por cualquier razón, asume inmediatamente el mandatario anterior (decreto hecho por “si le pasaba algo” al presidente electo el 89, tenía que volver Pinochet). Tiro por la culata para la derecha y vuelve  Bachellet, eh eh eh eh!!!
Bueno y para que no piensen que soy última de frívola, obvio que también le pido, o más bien, les cuento todo lo que le pido a Dios cada día:
1.- Que mi familia y amigos queridos sean felices. Con eso creo que se reúne la salud, el dinero y el amor, porque cualquiera de los tres que falle ya se va la felicidad.
2.- Ser buena mamá y que el Coso sea buen papá. Que le hagamos honor a nuestros padres al cumplir nuestra labor.
3.- Por último, Dios mío, no te pido que no me mandes problemas, si no que me des lo necesario para enfrentar con fortaleza y dignidad todo lo que me pase en la vida y me ilumines para que la gente vea un poquito de Ti en mi.
Aunque para mi no fue un año malo, más bien, fue un año de grandes cambios, sé que para muchos fue un año de mierda. Para todos ellos, mucha esperanza y fuerza.
Un abrazo grande a cada uno de ustedes, mis mejores deseos para el 2011, que venga lleno de MIERDA MIERDA MIERDA!!!

martes, 28 de diciembre de 2010

Martes 28 de diciembre

El sentimiento que me embarga en estas fiestas de fin de año es el deseo de agradecer. Será que los años a una la ponen más agradecida? No sé, pero es una necesidad profunda que me nace al observar lo que pasa a mi alrededor, o más bien, al enterarme de las noticias chilenas, de los acontecimientos en la vida de gente que conozco y al recordar todo lo que pasó este año en mi vida, en mi familia, a mis amigos y conocidos.
Algunos le agradecen a la vida, otros al universo, algunos al destino, a las energías, a sus maestros, a los espíritus, a los ángeles, a todo tipo de dioses y diosas, de diversas religiones. Yo, occidental de tomo y lomo, le agradezco al Dios cristiano, católico para ser más específica. A ese que la Mam me hizo conocer.
Y bien,  ahora podría irme en la profunda y empezar a agradecer todas esas cosas que una siempre tiene pero como que no valora hasta que surgen los reales problemas de la vida, como la buena salud, el amor en toneladas, el trabajo, tener una super familia como yo, que no faltó la comida, etc.  
Pero acá, viviendo como inmigrante a plazo definido, me he  puesto bien buena para agradecer saben. Y  cosas bien simples y prácticas, del día a día, hasta triviales dirán ustedes, pero es que a veces no hay que complicarse tanto. Para muestra un botón de aquellas cosas que en otras circunstancias hubiese pasado por alto, y por las que acá he dado infinitas gracias, por ejemplo:
1.- Encontrar dos pequeños colchones en la calle y armarle un rincón de juegos a mi hija. Quedó bien bonito y hasta me sirve para pegarme de vez en cuando y de cuando en vez una pestañadita.
2. El coche que encontró mi amiga Vero en la calle. Hoy es el coche oficial de paseo de la Libe. Cómodo, grande, firme, todo terreno.
3.- Mis vecinos. Los de abajo a veces nos regalan queques y pasteles. La del segundo piso, nos regaló ropa para la Libe y  la del primer piso nos regaló queque navideño. Pero más allá de los regalos, son gente muy buena onda, nos hablan en inglés sin problemas, nos han acogido super bien y son muy amables. Cosa rara según me han contados otras personas que no han tenido esta suerte.
4.- Entrar a un supermercado y salir de ahí con un 80% de las cosas que quería comprar. El otro 20% o no lo encontré, o llegando a la casa caché que no era lo que quería comprar. Pero no encuentran que es un buen porcentaje para alguien que no habla el idioma del lugar?. Ya hablaré algo y llegaré al 100%. Se los doy firmado.
Bueno, podría seguir enumerando cosas así, pero también quiero irme un poco en la profunda y decir que así como hay cosas que agradecer, también hay cosas que lamentar y que espero no vuelvan a suceder jamás:
1.- El terremoto y el tsunami. Lejos lo peor. Hagan el ejercicio de ponerse en el lugar de los sobrevivientes y las víctimas por un segundo y sientan la magnitud del horror que ellos vivieron. Mi familia también tuvo afectados. Tengo una cuñada que es una mujer feroz y un hermano que le ha puesto el hombro a la adversidad con mucha dignidad. Mi homenaje va para ellos.
2. Piñera. Espero que sea la primera y última que un tipo así es presidente. Lástima que quedan 3 años y algo todavía, pero con dignidad lo podemos soportar. ¿Ustedes piensan que los temblores que hubo para el cambio de mando fueron réplicas del terremoto? Nooooooo señores! Era Dios que se lamentaba de haberle dado al hombre el libre albedrío y verlo hacer tonteras, ni Él creía que Chile se estuviera vendiendo.
3.- Los mineros. Aquí creo que más allá del hecho mismo, esto fue una muestra de cómo la ambición desmedida de los empresarios, su afán por ganar más a costa de la seguridad y dignidad de los trabajadores pone en riesgo la vida de quienes, en el fondo,  le llenan los bolsillos. Y cómo los gobiernos de turno, hacen vista gorda. Esto pasa en muchas empresas del país, sólo que los trabajadores no quedan enterrados bajo tierra por la ambición de los jefes, sólo ven día a día pisoteada su dignidad y su derecho una vida decente. La injusticia laboral es pan de cada día en Chile.
Ya, mejor no sigo, porque  me estoy enrabiando y no era la idea de esta publicación.
Los invito a que hagan su balance personal, con optimismo y fe como decía el Japening con Ja, siempre puede ser positivo. Así es más fácil esperar el 2011 con esperanza.
Que sus sueños se cumplan, feliz 2011!!

martes, 21 de diciembre de 2010

Martes 21 de diciembre

Hoy no tenía planeado escribir. De hecho, mi lista de labores caseras no es menor. Pero un posteo en la foto de un contacto en facebook cambió todo.
Un aviso de noticias me ponía al corriente sobre un comentario que Will había hecho en una foto de Laura. Casi nunca leo esos comentarios, a menos que conozca a todos los involucrados en el hecho. O sea, si fulanito comenta la foto de un contacto mío, paso de largo. A Will y Laura los conozco.
De puro copuchenta me metí a leer qué había escrito.
Nunca imaginé lo que estaba escrito bajo esa fotografía. En inglés, decía “Saba passed away”. Ese era una parte de todo lo que Will escribió. Significa que Saba partió, la intención significa que partió para siempre. Me quedé pegada en eso.
¿Saba había muerto? Dios mio, cómo? De inmediato escribí a Will para saber un poco más, cuándo, dónde, cómo? Era la misma Saba que había compartido con nosotros los talleres en NYC? Will me respondió rápido y me dio la fecha pero no sabía nada más. Me envió un link de una página de memoriales, lo abrí.
Y ahí estaba su foto. Su sonrisa. Su mirada.
Era la misma. La misma mujer de Bangladesh, diminuta, risueña, espontánea, la de la ropa linda que a todas nos gustó.
Esa mujer que hacía teatro Playback en los patios de las casas de su comunidad, para alentar a las mujeres a respetarse, para defender sus derechos en una sociedad donde prácticamente la mujer es una posesión de los hombres de la familia. Ella con su grupo daban voz a seres humanos que no tenían voz, a costa de ser mal tratadas por sus propios parientes masculinos. Qué coraje!!
En su familia ella era la excepción. Y quería que otras mujeres de su comunidad pudieran volar alto como ella lo estaba haciendo. Estaba casada con un alemán. Vimos fotos de su boda y nos contó todas las cosas lindas que la familia de él había hecho para que ella se sintiera acogida y como en su casa. La ceremonia había sido hecha en las dos religiones, en Alemania. De su familia no había nadie.
Había viajado por varios países, había experimentado la soledad, esa soledad que sienten a veces los que se atreven a ir en contra la corriente de su comunidad. Y nos encontramos en el taller de “Conducting”. Luego en el “Advanced skills”.
Y también nos encontramos en el plano humano. Ella no entendía por qué la sociedad era tan injusta con las mujeres en su país. Yo no entendía por qué la sociedad era tan injusta con las personas diferentes como mi hermana. Compartimos lágrimas hablando de nuestras preguntas, teníamos el mismo dolor por la injusticia.
Al finalizar el segundo taller, en el cierre, había que hablar con alguien a quien tuviéramos algo que decirle porque era importante para nosotros. Nos miramos y nos acercamos a hablar. Le dije que admiraba su coraje, el valor de enfrentar la opresión, de vencer el miedo y atreverse a desafiar la fuerza bruta con la belleza que sólo puede darse por una única vez en el escenario del teatro Playback. Le dije que su espontaneidad era una chispa que encendía todo a su paso y que le deseaba mucha suerte en sus proyectos, que si desde la distancia la podía ayudar en algo, contara conmigo.
Ella me dijo que me encontraba muy parecida a ella, que yo era muy espontánea también y que no tuviera miedo de serlo.
Tomadas de las manos, nos mirábamos y llorábamos. De ahí nos separamos para ir a hablar con otras personas del taller.
Con el tiempo, seguimos en contacto por facebook. Hasta hoy, que luego de leer el posteo, la busqué entre mis amigos y no estaba.
Saba, recuerdo tu ejemplo, siempre contaba lo que vi en ti y  estés donde estés, espero que sigas haciendo reír con tus expresiones y tus historias. Tengo pena de saber que ya no estás. Tenía la esperanza de volvernos a ver el foro mundial de Playback del próximo año acá en Alemania.
Sé que estarás ahí.     
Seguiré contando tu historia.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Lunes 20 de diciembre

Uf! Que hace rato que no escribía… el tiempo libre no es tanto mi amigo ahora, pero ganas no me faltan.
A ver, en estas dos semanas han pasado hartas cosas, creo que lo más interesante de contar son las visitas a los mercados navideños de la ciudad. Son alucinantes!! Si me quedé con la boca abierta con el del centro de Stuttgart, uuuyyyy los otros no tenían nada que envidiar, preciosos, tan adornados y la verdadera ooooh! Blanca navidaaaad!! se despliega en todo su esplendor por acá, le da un caché especial.
En Esslingen hay una parte del mercado que es de estilo medieval, y con estilo me refiero a que las tiendas, lo que ofrecen y quienes atienden están como sacados de otra época, entrar ahí es como transportarse en el tiempo. Hay tiendas que ofrecen pócimas de todos colores y sabores, otras que tienen ropa a la usanza medieval y hay también unas tiendas de juegos de aquellos siglos. Eran bien ingeniosos los hombres de antaño fíjense! Un juego que vi consistía en reventar huevos con una bolita de acero. Sobre un tronco ponían el huevito y a cierta distancia uno tiraba la bola y había que achuntarle al huevo. Claro, super simple dirán ustedes, cuál sería la gracia ahora? Ninguna tal vez, pero piensen el juego hace mil años… apostaría a que eso viene de los griegos, de antes de Cristo, si después de ellos no se ha inventado nada nuevo!!, pero no me atrevo a asegurarlo. Sólo les puedo decir que me pareció un juego muy simple y entrete.
Cuento a parte eran los personajes que circulaban por este mercado. Era como estar en una película de Harry Potter o El señor de los anillos. Sí, uno miraba a la derecha y pasaba Hagrid, después te encontrabas con la profesora Mc Gonagall, un poco más allá vendiendo glühwein estaba Legolas, eso sí, por más que busqué a Aragorn no lo encontré. Ya veía que de repente me saltaba por la cabeza Gollum y me decía: my precious!!
La indumentaria de la gente era tan bonita, las tiendas tenían, en algunos casos,  los aparatos con los que confeccionaban las cosas, o sea, si yo alucinaba en Chile con una máquina de coser antigua, acá casi se me salieron los ojos mirando esos artefactos milenarios. Capaz que las cosas eran muy nuevas y yo juraba que tenía ante mi algo de hace 10 siglos por lo menos, pero bueno, lo gocé y fui feliz mirando todo eso. Para qué ser tan descreída digo yo? Si era pura ilusión, qué más da, la construyen bastante bien para un ojo inexperto como el mío
A Ludwigsburg llegamos un domingo en la mañana, nevando a full, precioso espectáculo. Claro que yo había leído que era un mercado navideño barroco y no sé si yo definitivamente no conozco el barroco o qué, porque no entendí dónde estaba ese estilo en el mercado, ignorancia pura digo yo, no creo que acá haya publicidad engañosa. Quizá el entorno, la iglesia, los edificios que rodean la plaza donde está el mercado, en fin, vaya uno a saber qué sería lo barroco en esto.
El mercado tenía lo típico de todos los mercados, artesanía, puestos con mucho adorno, chocolates, comida típica y mucho glühwein. Este trago es como un navegado chileno, es tan rico! Yo estoy adicta a él y ahora que dejé de dar pecho, uf! tomaría todo el día!!
Entramos a un café a tomar algo y a darle el almuerzo a la Libe. Me comí un kuchen… ayayayyy de padre y señor mío!! Cada vez que pienso que ya no puedo probar algo más rico, paf! aparece un nuevo pastelito con sabores y texturas que me dejan marcando ocupado. Por Dios que hay cosas ricas por acá. O sea, el Café Vienés del Cajón del Maipo es riquísimo, me encantan sus pasteles, pero acá son 10 veces más deliciosas las cosas que he probado. Así como voy, comiendo como vaca tanta galleta, chocolate y pasteles todos los días pienso que mi apodo de “la flaka” va a terminar siendo un chiste cruel, sumémosle a eso que terminó mi fase de lactancia… ah! no, mejor cambiemos de tema ya?
Bueno para terminar, una anécdota, de esas que a nosotros no nos pueden faltar por acá.
Nos vinimos del mercado de Ludwigsburg a la estación de trenes. Al llegar vimos que nuestro tren llegaba en 6 minutos y eso es 6 minutos. Así que nos apuramos, riéndonos y comentando que ojalá no apareciera ninguna viejita lenteja que nos retrasara. Primero pucha que me costó comprar mi boleto, no entendía las indicaciones de la máquina y eso que estaban en español, pero era tan rara la traducción.
De ahí, nos fuimos al ascensor, mejor vámonos por las escaleras, mira que los ascensores de esta estación son raros, nooo que va a pasar, si ya estamos aquí mismo y ahí arriba está el andén. Ya poh, toca el botón… mmmm por qué se demora tanto en bajar el ascensor? Si el caballero entró rápido, cómo se iba a demorar en bajar?. Como buenos chilenos insistíamos tocando mil veces el botón al ver que el ascensor no bajaba y parecía no haber nadie entrando. Ya ahí viene. Entramos, vamos subiendo, riéndonos de las cosas extrañas que siempre pasan en esta estación, cuando de repente tum! El ascensor se detuvo en la mitad del piso.
En segundos sentí mi corazón en la boca, qué onda, qué pasa Coso, toca el botón, por qué no se mueve, toca la alarma. Se está moviendo, y por qué baja. Yo apretaba con mis manos el coche de la Libe, ay! Dios mío sácanos de aquí por favor. El ascensor empezó a bajar muuuuy lento. El Coso tocó la alarma, aló, si, no hablamos alemán, habla ud inglés?, estamos atrapados en el ascensor, está bajando demasiado lento, no sabemos qué pasa. Y por fin, llegó al suelo y se abrió la puerta. Más de un minuto para moverse dos metros. Ya, vamos por las escaleras no más. Nunca más me subo a un ascensor en esta estación, si está maldita!!!
Obviamente perdimos el tren, tuvimos que esperar 15 minutos más. La Libe ahí recién despertó.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Lunes 6 de diciembre

Pucha, mis labores de madre me están impidiendo escribir como me gustaría. Ahora ella demanda mucho tiempo, quiere estar conmigo y que juegue con ella todo el rato… frente a eso, hay algo que hacer? Nada poh! Prioridades son prioridades.
La semana pasada, la Libe estuvo resfriada y la llevamos a médico. Tenía una gripe simple, de esas que le pueden dar varias veces en un año. Nada serio. Yo la cuidé mucho, en exceso tal vez para las costumbres de acá.
Y es que al comparar la forma de crianza chilena con la alemana, pucha, yo quedo casi como una neurótica. Acá encuentro que son muy relajados en algunas cosillas. Y obvio, yo como que estoy media reticente a cambiar el background casi campesino de crianza que traigo a cuestas.
Le pregunté a la doc, si la podía sacar a pasear cuando estuviera resfriada y me dice (todo en inglés) mientras no tenga fiebre, problemas respiratorios ni deje de comer, puedes sacarla a pasear sin problemas, el aire le hace bien… yo me quedé plop! como condorito. ¿Sacarla a pasear con 5ºC bajo cero? Aaaaaaaaaaaaaaaaaah!! Me resulta casi impensable.
Y es más, ella y su asistente, nos dieron algunos consejillos para hacer más llevadera un gripe común. Algunos de esos consejos son: en la noche, antes de acostar a la niña, abra un rato la ventana para que entre aire fresco… abrir la ventana de noche, con temperaturas bajo cero!!! ; o ponga algo húmedo sobre el calefactor para que el aire no se seque tanto… y nosotros que evitábamos secar la ropa en el dormitorio para que no humedeciera!! Oh my gosh! Estábamos haciendo todo al revés!!
Bueno, todo esto me ha hecho cambiar los paradigmas de crianza que traía conmigo, casi como una Biblia incorporados en mi disco duro, aprendidos como buena alumna para salir del paso frente a cualquier situación.  Que si la guagua está resfriada, no se baña, no se sale de la casa, cuidado con los cambios de temperatura, que no le llegue el frío, vamos con el paracetamol o antigripal infantil si moquea mucho… acá, nada!! La gripe se pasa sola no más. Tomando aire bajo cero.
Qué difícil incorporar todo eso a mi quehacer diario. Pero a donde fueres, haz lo que vieres. Además cómo me voy quedar encerrada hasta marzo pues!! Alma de marmota no tengo, aunque el mal tiempo siempre me ha cargado, me voy a volver Cruela de Vil si no salgo a dar un paseíto. Igual hoy en la mañana tenía la reunión de mamás latinas y sus bebés… las huinchas que fui, si nevaba mucho!! Estoy haciendo un esfuerzo, pero tampoco me voy a poner fanática.
Hemos sacado a la Libe a pasear, abrigada como oso, la pobre no puede ni moverse y me llevo todo el rato tocándole la nariz y la cara para ver si está muy helada. Cuando miro para el lado, veo muchas otras guaguas, paseando felices, sin gorro, sin panthys, sin mitones, con su buena parca no más y una que otra anda con los mocos colgando. El primer día que nevó fuerte acá, estaba mirando por la ventana anonadada con el espectáculo, cuando de repente veo una señora caminando con un coche. Elucubré miles de teorías sobre qué andaría haciendo una mamá con su bebé en coche bajo la nieve. Yendo a comprar leche, pañales, comida… mmm sí, es posible, pero iba con una calma caminando la susodicha, más me olía a un simple paseo que a una salida por necesidad, ni siquiera llevaba un cobertor en el coche!!!
Otra cosa que acá es muy normal y común es dar colados a las guaguas. Nadie cocina la papilla de verduras con pollo o carne. Cuando en el grupo de bebés yo comenté que le cocinaba a la Libe me miraron con cara de estar haciendo algo del siglo pasado. Las mamás llevan por toneladas los colados de las tiendas, la comida y el postre.  Mmmmmm, sí, puede ser que cuando uno viaja, un colado te saca montones de apuro, pero de ahí a darle todos los días?? Ay! No sé, en mi idiosincrasia familiar dar colados a las guaguas nunca ha sido muy bien mirado y llego acá y es la tónica de cada día… no, no me resigno a eso. Entiendo que las mamás acá los usen, si trabajan y el tiempo es poco, bien poh, es una gran ayuda, pero yo no trabajo, tengo todo el día para ella, así que por lo pronto, con esta costumbre yo no me anoto.
Complicado hacer cambios en cosas donde el ensayo y error no tiene mucha cabida… quizá cuántas cosas más me quedan aun por descubrir respecto a la crianza de los hijos. La consigna: la misma que uso para filtrar las críticas: tomar lo que me sirve y lo que no, que siga no más.
Total acá voy a estar dos años no más, por lo pronto.