MI VIDA EN STUTTGART

lunes, 25 de octubre de 2010

Miércoles 20 de octubre


Salir por una ciudad nueva y no sentirse una turista es cosa rara, será que 2 años es mucho como para quedarse en el mero título de turista?. Ayer salí de las 4 paredes que me han albergado desde que llegué a mi nueva vida. Mirar un recorrido que había hecho de noche, ahora a plena luz del día, fue interesante. Fuimos al supermercado, todo el camino me fui pensando que en un par de meses ese paisaje ya no me sería desconocido… lo iría a sentir mío alguna vez?? No, no creo, porque parte del trato de vivir aquí es tener una certeza bien alta (no me atrevo a dar porcentajes) de que regresaré a mi querido Chile, aun así no escupo al cielo.
Toda una aventura comprar en el supermercado, como no entiendo nada de alemán aun, cada vez que traté de sacar algo de una estantería buscaba aquellas pequeñas señales que me resultaran familiares como para tener una certeza de lo que estaba comprando. Claro si la plata nos sobrara probablemente compraría así no más sin fijarme tanto, pero tenemos que cuidar el presupuesto, entonces los malabares entre comprar algo que nos dé cierta seguridad que nos gustará y el precio razonable son dignos del más experimentado juglar de cualquier esquina de Santiago.
Encontré café Nescafé!! Como no encontré el descafeinado, compré algo llamado Caro, que por el dibujito del envase deduje que es café de trigo, francamente espero que sea, porque o si no mi hija sufrirá las consecuencias (prometo que terminando de escribir me voy a tomar el diccionario y traducir el envase del mentado café, la culpa me está haciendo ojitos). El pan lo venden por unidades, hay cremas y productos Nivea, una cantidad de arroces impresionante. Las verduras y frutas tienen un número al lado del precio, y ese número hay que digitarlo en la balanza del peso cuando uno compra algo y te sale el precio que uno mismo pone en la bolsita del producto, todo se pesa!! Hasta las lechugas!! Resultaría algo así en Chile?? Que cada uno se atienda en las verduras?? Mmm pucha que te queiro Chile.
Otra cosa que me hizo reflexionar sobre Chile, fue que en los supermercados no dan bolsas, las cobran, entonces todos llevan sus bolsas o canastos para acarrear las compras. Uno puede tomar un carro típico de supermercado o simplemente poner las cosas en la canasta del coche y después cuando se llega a la caja a pagar, uno saca todo para que la cajera haga su pega. Nadie revisa si estás pagando todo lo que llevas, bueno tampoco me atrevería a intentar sacar algo, capaz que suene la media alarma y oh! horror qué vergüenza! … creo que esto tampoco resultaría en Chile… me imagino el Líder de Puente Alto con este sistema, iría a la quiebra en un mes o pasarían sonando las alarmas… síiii, Chilito te quieeero.
La aventura finalizó cuando muy cansada subía las escaleras a mi depto (bebé en brazos, obvio) y conocí a una vecina. Muy simpática y con un nombre impronunciable por ahora, su marido es Alex (creo) y su hija Elaina o Aleina. Entré cansada y feliz, pensando que una familia es una familia en cualquier parte del mundo.

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