MI VIDA EN STUTTGART

jueves, 29 de diciembre de 2011

Los rituales de año nuevo... y tú?? tienes el tuyo??

Cada fin de año me gusta limpiar y sacudir todos los rincones de mi casa, ordenar los cajones del closet y estanterías varias, como que siento cierta liviandad luego de este ritual, me encanta!! 

Termino cansada obvio, pero no hay nada como botar todas esas cosas que uno acumula durante el año para dejar espacio a los nuevo cachureos que vendrán, porque de que vendrán... vendrán!!

El año pasado no lo hice, llevaba dos meses recién acá y la verdad es que de ritual pocas ganas tenía, pero hoy tomé trapo y lustramueble y empecé miércale a ordenar y limpiar y creo que nunca podré dejar ese hábito.

Otro ritual que tengo es empezar el año con plata en los bolsillos... no sé por qué, pero siempre lo hago. En la casa de mi mamá no pueden faltar las lentejas y todos comemos la correspondiente cucharada a las 12 de la noche, o pasadito, después de los abrazos, tampoco hay que ser tan fanática no es cierto?

Antes cuando era adolescente, mi principal ritual era a las 12 de la noche. Ahí tenía que darle el primer abrazo a un hombre para asegurarme de que el año que venía sería bueno en materia de amores... qué tontera!!

Y qué decir de la ropa nueva!! de mozuela tenía que saber empezar el año con una pilcha nueva!! Ahora, entre la Libe y la cocina, con suerte me ducho ese día jajajajajajajaja

Pero de lo que puedo dar fe que resulta es de los churrines amarillos. Eso sí, tienen que ser regalados para ese fin, o sea, encontrar el amor. Siempre jodí por recibir uno, porque de comprarmelos, me los habría podido comprar, pero llegaría así lo que yo esperaba?? clarines que no. Hasta que un año me llegaron dos... y qué hice?? bueno, me puse los dos miéchica!! y a que no adivinan a quién conocí ese año?? Siiiiiiiii, a mi inigualable maridito!!! digan lo que digan, yo creo que los churrines hicieron lo suyo.
En fin, cómo nos cambia la vida, tan dramática que soy!! hace un año tenía más pena de estar lejos de mi casa, hoy estoy feliz de comenzar un nuevo año en estas tierras. De seguro lo voy a recordar siempre.
Estoy llena de optimismo para el 2012, hay proyectos y planes personales y familiares.

Y creo que no hay mejor ritual que agradecer por todo lo bueno que uno tiene en la vida y tener de verdad el corazón abierto y liviano, dispuesto a amar, perdonar y pedir perdón, aceptar, tolerar, crecer y tantas otras cosas necesarias para ser feliz... 

Espero que el 2012 traiga todo lo que cada uno necesita para ser feliz y que seamos mejores seres humanos.
A mi familia, amigas y amigos en Chile un abrazo gordo, los quiero mucho. En septiembre nos zapateamos una cuequita, por mientras subamos el volumen de la sonora de Palacios... muchachita muchachita la peineta ponete al pelo vamos pa' misa (letra de una famosa cumbia chilena)... se armó, se armó!!

PS: a los amigos de acá les doy el abrazo en directo!!

viernes, 9 de diciembre de 2011

Saben de qué me di cuenta hace un tiempo ya?? que vivo hace un año y dos meses en Alemania y no tengo amigos alemanes. O conocidos por decir algo, alguien con quien me junte cada cierto rato como lo hago con mis amigas chilenas o las mamás del grupo de bebés. No soy la única, mis compañeras del curso de alemán me dijeron lo mismo y ellas llevan harto más  que yo por acá.

A parte de mis vecinos, que son bien simpáticos y de cuando en cuando cruzamos unas palabras, mi contacto con la sociedad alemana se reduce a lo mínimo: compras, médico, restaurantes y esas cosas impersonales.

Por ejemplo, para muestra he aquí un botón: en el UBahn, Libe en su coche, yo sentada a su lado. La persona que va al frente le habla a la Libe, luego me habla a mi. Mi respuesta antes era: no hablo alemán y hasta llegaba  la conversa, la persona le volvía a hablar a la Libe o lisa y llanamente miraba a la ventana y yo dejaba de existir. Ahora como puedo contestar algo, todo llega hasta que yo digo que no entendí, que hablo poco alemán y ahí automaticamente se acabó el diálogo... tengo que ser justa y decir que en situaciones concretas, los alemanes no tienen ningún problema en hablarte en inglés o español para solucionar lo que sea, comprar algo o dar una indicación por ejemplo. Pero en la vida diaria, es como que no les interesa conocer gente... raro... para mi al menos. 

Cuando estuve en Frankfurt, fui a una función de teatro playback de un grupo alemán de Berlín. Cuando la función terminó, me acerqué a darles las gracias por su representación de mi historía, algo normal en las funciones de playback. Y lo normal, para mi, era quedarse un rato conversando con los actores, pero ellos me miraron, me dijeron felices de nada y me quedaron mirando con cara de ¿y? se le ofrece algo más?... chao les dije, chao me contestaron... plop! pensó yo.

No quiero hacer un juicio valórico sobre esta sociedad, no es mi intención.  No son mala gente los alemanes. Sólo les cuento esto porque me he dado cuenta que no es fácil ser extranjero en este país, con una sociedad un poco cerrada.

Claro que hay excepciones y pucha que son lindas y buenas esas excepciones. Después de esa función, se me acercó Elke, una alemana muy simpática y me dijo: no tienes amigos alemanes? yo quiero ser tu primera amiga alemana... snif! fue lo menos que pude hacer, danke le dije, ahora somos amigas en facebook y con tanta suerte que es de Freiburg y nosotros justo vamos para allá entre navidad y año nuevo.