MI VIDA EN STUTTGART

martes, 28 de diciembre de 2010

Martes 28 de diciembre

El sentimiento que me embarga en estas fiestas de fin de año es el deseo de agradecer. Será que los años a una la ponen más agradecida? No sé, pero es una necesidad profunda que me nace al observar lo que pasa a mi alrededor, o más bien, al enterarme de las noticias chilenas, de los acontecimientos en la vida de gente que conozco y al recordar todo lo que pasó este año en mi vida, en mi familia, a mis amigos y conocidos.
Algunos le agradecen a la vida, otros al universo, algunos al destino, a las energías, a sus maestros, a los espíritus, a los ángeles, a todo tipo de dioses y diosas, de diversas religiones. Yo, occidental de tomo y lomo, le agradezco al Dios cristiano, católico para ser más específica. A ese que la Mam me hizo conocer.
Y bien,  ahora podría irme en la profunda y empezar a agradecer todas esas cosas que una siempre tiene pero como que no valora hasta que surgen los reales problemas de la vida, como la buena salud, el amor en toneladas, el trabajo, tener una super familia como yo, que no faltó la comida, etc.  
Pero acá, viviendo como inmigrante a plazo definido, me he  puesto bien buena para agradecer saben. Y  cosas bien simples y prácticas, del día a día, hasta triviales dirán ustedes, pero es que a veces no hay que complicarse tanto. Para muestra un botón de aquellas cosas que en otras circunstancias hubiese pasado por alto, y por las que acá he dado infinitas gracias, por ejemplo:
1.- Encontrar dos pequeños colchones en la calle y armarle un rincón de juegos a mi hija. Quedó bien bonito y hasta me sirve para pegarme de vez en cuando y de cuando en vez una pestañadita.
2. El coche que encontró mi amiga Vero en la calle. Hoy es el coche oficial de paseo de la Libe. Cómodo, grande, firme, todo terreno.
3.- Mis vecinos. Los de abajo a veces nos regalan queques y pasteles. La del segundo piso, nos regaló ropa para la Libe y  la del primer piso nos regaló queque navideño. Pero más allá de los regalos, son gente muy buena onda, nos hablan en inglés sin problemas, nos han acogido super bien y son muy amables. Cosa rara según me han contados otras personas que no han tenido esta suerte.
4.- Entrar a un supermercado y salir de ahí con un 80% de las cosas que quería comprar. El otro 20% o no lo encontré, o llegando a la casa caché que no era lo que quería comprar. Pero no encuentran que es un buen porcentaje para alguien que no habla el idioma del lugar?. Ya hablaré algo y llegaré al 100%. Se los doy firmado.
Bueno, podría seguir enumerando cosas así, pero también quiero irme un poco en la profunda y decir que así como hay cosas que agradecer, también hay cosas que lamentar y que espero no vuelvan a suceder jamás:
1.- El terremoto y el tsunami. Lejos lo peor. Hagan el ejercicio de ponerse en el lugar de los sobrevivientes y las víctimas por un segundo y sientan la magnitud del horror que ellos vivieron. Mi familia también tuvo afectados. Tengo una cuñada que es una mujer feroz y un hermano que le ha puesto el hombro a la adversidad con mucha dignidad. Mi homenaje va para ellos.
2. Piñera. Espero que sea la primera y última que un tipo así es presidente. Lástima que quedan 3 años y algo todavía, pero con dignidad lo podemos soportar. ¿Ustedes piensan que los temblores que hubo para el cambio de mando fueron réplicas del terremoto? Nooooooo señores! Era Dios que se lamentaba de haberle dado al hombre el libre albedrío y verlo hacer tonteras, ni Él creía que Chile se estuviera vendiendo.
3.- Los mineros. Aquí creo que más allá del hecho mismo, esto fue una muestra de cómo la ambición desmedida de los empresarios, su afán por ganar más a costa de la seguridad y dignidad de los trabajadores pone en riesgo la vida de quienes, en el fondo,  le llenan los bolsillos. Y cómo los gobiernos de turno, hacen vista gorda. Esto pasa en muchas empresas del país, sólo que los trabajadores no quedan enterrados bajo tierra por la ambición de los jefes, sólo ven día a día pisoteada su dignidad y su derecho una vida decente. La injusticia laboral es pan de cada día en Chile.
Ya, mejor no sigo, porque  me estoy enrabiando y no era la idea de esta publicación.
Los invito a que hagan su balance personal, con optimismo y fe como decía el Japening con Ja, siempre puede ser positivo. Así es más fácil esperar el 2011 con esperanza.
Que sus sueños se cumplan, feliz 2011!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario