MI VIDA EN STUTTGART

lunes, 25 de octubre de 2010

Lunes 18 de octubre de 2010


Primer día, técnicamente el segundo porque llegué ayer en la tarde de acá, medio día de la hora de allá.
Allá y acá son dos conceptos muy usados y que lo seguirán siendo…
Hoy he decidido que seré feliz, lo he decretado como dice mi amigo Feña. Sí, es es mi OPCIÓN. Creo que hay situaciones en la vida en las que definitivamente se puede elegir la emoción que una quiere vivir. Por no decir que en todas, pero claro si nos enfrentamos a la muerte probablemente aunque nos hayamos preparado para ver partir a un ser querido y por más que decidamos ser felices la pena será tan grande, mayor, de porte gigante que la OPCIÓN no tendrá mucha cabida.
No es mi caso gracias  a Dios (es es mi primerísima primera opción)
Y es que pienso que de verdad no tengo otra opción que le haga competencia. Es eso o quedarme pegada en la tremenda pena que tengo. Porque si decido ser feliz no es porque sea fácil o más entretenido, es porque tengo una pena del porte de un buque que fácilmente me podría consumir, desgastar, inhabilitar, inmovilizar… y bla bla bla ahora tengo que dejar de escribir porque despertó mi Libertad y ella y escribir son incompatibles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario