MI VIDA EN STUTTGART

martes, 26 de octubre de 2010

Viernes 22 de octubre


Si una adivina me hubiese dicho que iba a estar cuatro días en un país sin saber el idioma, sin internet, sin celular, sin televisión, en invierno, con una guagua, probablemente le habría dicho muchas gracias por su intento pero  devuélvame la plata usted es una chanta… Pero lo hice! Llevo 4 días sin todo eso y aquí estoy vivita y coleando y feliz.
Bueno, casi sin todo eso, porque hoy tengo celular, ya no estoy tan desconectada en caso de alguna emergencia, mi único contacto en la agenda es el Coso. No sé si ese celular puede hacer llamadas al extranjero, uuuyy qué tentación!! Tengo tantas ganas de saber de mi familia. Pese a mi preciada adquisición no estoy saltando de felicidad por semejante acontecimiento, o sea, me puse más feliz cuando encontré mi celu perdido en Chile a pocos días de partir que ahora que puedo comunicarme acá, será que donde no puedo hablar con nadie más es poco excitante tener este aparato.
En Chile no podía vivir sin mi celu, y no era que pasara hablando, para nada, lo usaba re poco, aun así era como que algo me faltaba cuando no lo tenía o como si estuviera media pilucha, raro no? Toda una vida sin él y en solo un par de años es absolutamente imprescindible. Obvio que me lo traje para acá, no puedo hacer llamadas con él, pero tengo todos mis contactos y además veo la hora de Chile.
No sé por qué no le he cambiado la hora, es como que me resisto a hacerlo, prefiero estar sacando la cuenta a cada rato, sumando cinco cada vez que miro la hora. No está demás decir que ya he cometido algunos errores de cálculo cuando veo la hora medio dormida. Pero algo me pasa con eso de no cambiar la hora, siento que es una forma de conexión con mi familia, es cómo que así sigo conectada con ellos porque siempre sé la hora que ellos están viviendo, y pienso en que se están levantando, tomando once, en el recreo del colegio… será sano hacer esto?? Es decir, voy a estar dos años acá, iré a hacer los dos años lo mismo?? Me iré a arrepentir después?? No sé ninguna de esas respuestas, por ahora sólo sé que así no me siento tan sola y que tal vez ellos también suman cinco cuando ven la hora y piensan en qué estaré haciendo yo.

1 comentario:

  1. Querida Nadia!!!! Te mando mucha energía para tí y libertad en esta nueva experiencia. Comentarte primero que ese tipo de conexiones, siempre se hacen... Mis papás por ejemplo, están más pendientes de ver el estado del tiempo de Castro que el de Santiago, ajajaja. Luego decirte, que internet puede serte muy útil cuando le pasen cosas a la niña, eso sí, sáltate las páginas truculentas, esas sirven para puro meterte miedo. En este sentido me las he tenido que valer un poco sola con los míos. Vivo en campo campo, a todo acelerar estoy a media hora de Castro, eso cuando no estoy sola y mi negro no se ha llevado la camioneta. Y llamar a mi mamá que está tan lejos, es casi una crueldad. Entoces, evalúo la situación y si me declaro incompetente, pues veo internet (con la salvedad de las páginas feas) y más aún, me voyy directamente a las que porponen remedios naturales. En todo caso, algo ya he aprendido con dos, así que me escribes no más, los míos están re chicos todavía, así que me acuerdo de todo (esto es raro, porque a uno se le van olvidando ciertas cosas, que en su momento te parecían difícuiles de olvidar y en un par de meses, ni te aucerdas), Sabes que puedes hacer???? Yo a Caur y Ayni, les tengo un regalo para cuando sean grandes (tipo 18) un cuaderno donde voy registrando cada evento vivido digno de plasmar en un papel (en algún momento, por rápidez, había pensado en grabar voz... pero luego dije, con lo rápido que va esta cosa, qui´zas cómo serán los formatos digitales en 18 años más.... entonces dije, papel, nunca pasa de moda) Entoces, escribí el nacimiento, los primeros balbuceos, el pirmer diente, la primera comida, la primera palabra, etc, etc) Eso ocupará tu mente y si puedes, medita, eso es aún mejor!!!!

    Besos querida y paz-ciencia

    Vene

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