MI VIDA EN STUTTGART

lunes, 15 de noviembre de 2010

Lunes 15 de noviembre

Debo reconocer que en Chile aunque tenía el discurso “a mi no me importaba el qué dirán”, igual había una parte de mi que se preocupaba de eso. Y me daba tanta rabia, porque es bien invalidante esto de andar pre-ocupándote por lo que la gente pueda pensar de uno.
Claro, porque uno se inactiva antes de tiempo por puras conjeturas. Deja de hacer aquello que quiere o siente necesidad en base a invisibles supuestos, que puede que existan como puede que sean engendro de nuestra ociosa imaginación.
Es bien lesa uno cuando le da cabida a esas leseras… mire que no hacer algo sólo porque otros pueden opinar cosas que después no nos van a gustar y como uno siempre quiere que piensen bien, siempre quiere sentir que uno es bueno o buena. Qué tontera!!!
Pero bueno, la cosa es que a mi, no sé por qué cada vez que estoy en el extranjero como que se me olvida el qué dirán… será porque en efecto nadie me conoce? Mmm, quizás. El punto es que me encanta esa sensación de libertad que experimento. Yo amo la Libertad, siempre la he amado y siempre la voy a buscar.
La primera vez que tuve esta grandiosa revelación, fue en mi primer viaje a Brasil, dos meses y medio conociendo el litoral garoto con mi amiga Pancha. Aaaahh! Demás está decir que los recuerdos que vienen a mi mente ahora son de un placer indescriptible, qué buen viaje, lo pasamos chancho, cero stress, caipirinhas a la vena a cualquier hora del día, dormir, comer, bañarse en el mar, conocer gente… agotador no creen?
Una noche, en una disco cualquiera de una playa cualquiera en el norte de ese bello país, tocaron like a prayer de Madonna… y yo bailé sola como si nunca hubiese bailado en mi vida, estaba como en trance, sentía la sangre correr por mis venas, me sentía viva, se han sentido vivos algunas vez de una manera potente? Uf! Yo ahí lo sentí. Cantaba, bailaba y nada me importó si alguien me miraba o se reía, yo estaba en un momento de plenitud, gozando. Sí, lo que yo sentí ahí fue LIBERTAD, absoluta, total.
En Nueva York, no hice nada extraordinario como ese desenfrenado baile, pero en las calles me dediqué a observar esa actitud de “no me preocupo del qué dirán” con el que caminaba la mayoría de las personas. Alguien podría decir individualismo puro nomás, mmm, sí, tal vez, pero esa libertad que se respira me fascinó. De sólo saber que podría andar con un mono en la cabeza y a nadie le iba a importar… ohhh es mágica es posibilidad. La ciudad no me alucinó tanto como la libertad que nadaba en el aire, excepto Broadway, eso me gustó,obvio, con sus musicales y teatros, no creo que haya actor en el mundo al que no le guste.
Entonces, como ahora vivo en el extranjero, me gusta mucho sentirme liberada de ese mal. No sé cuánto me va a durar, porque como no sé el origen ni qué provoca mi liberación, no sé aun como estimularla, fortalecerla y en lo posible hacerla tan parte de mi vida que no se vaya más.
Lo único que sé, por ahora, es que cuando salgo al paseo diario con la Libe, lo que menos me importa es lo que me voy a poner de ropa, o como ando peinada, si el gorro me combina con la ropa o si ando con muchos colores. Eso para empezar no más, porque hay una cosa en la actitud que se siente diferente.
Me refiero a que yo a veces en situaciones sociales como que me complico de lesa nomás, me pongo nerviosa y siento que me empiezo a transformar en Mr Bean. Por ejemplo, si se me cae algo de las manos en una tienda, o empujo algo en el supermercado. Pero acá eso no me pasa, he chocado con el coche las estanterías  del super y… nada!! Se me dio vuelta un yogurt en el aeropuerto y… nada!! Mi tranquilidad se mantuvo intacta y Mr Bean… bien, gracias, les mandó saludos.
Me encanta. Esa libertad me tiene fascinada y obvio que me agarro de eso para hacer mi estadía acá lo más placentera posible. Es más, abuso de esta actitud que está instalada en mi, sí, y lo hago descaradamente, me pongo a prueba tomándome el tiempo que necesito tranquilamente para cada cosa que hago en la vía pública.
¿Entienden por qué mi hija se llama Libertad?

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