MI VIDA EN STUTTGART

martes, 23 de noviembre de 2010

Martes 23 de noviembre

El lenguaje puede ser una barrera fácil de saltar cuando los sentidos están en alerta máxima. También puede ser infranqueable si no hay nada familiar en sus sonidos. Aclaro que estoy hablando del lenguaje oral, del idioma, porque lenguajes hay miles verdad?.
Bueno, yo estoy recién aprendiendo un par de palabritas en alemán, mi frase estrella es ich spreche keine deutsch, yo no alemán, con eso remato toda posible conversación cuando alguien se dirige a mi o a la Libe, que es lo más usual. Es gracioso ver como la gente tan amistosa le dice cosas, que creo yo, son las típicas cosas que uno le dice a las guaguas en ciertas circunstancias, la Libe las mira, a veces sonríe, y después me hablan a mi, con la cara llena de risa. Yo, con la misma cara suelto mi frase y ellos siguen hablando!, como haciendo caso omiso de mi declaración. A veces me dan ganas de decirle oiga no entendió? Yo no hablo alemán!
Claro que también no falta la pesadita que se  mofa de una. Un día estaba pagando en la caja y la cajera me dijo algo, yo respondí lo que ustedes ya saben, esperaba algunas palabras en inglés, que es lo usual que viene después y me repitió como tres veces lo mismo, yo movía mi cabeza y le repetía mi oración, le dije también sorry, I don’t understand you. En eso, se acerca otra empleada del local y le dice algo a la cajera, ambas se matan de la risa y la cajera me hace un gesto como de ya no importa y siguen riéndose. EL tonito de la otra persona que se acercó me cargaron, fue tan obvio que le habló algo sobre mi, qué se cree?. Ah! Maldita roedora!
También hay gente muy simpática dispuesta a romper cualquier barrera. El otro día le compré unos zapatitos a la Libe en una tienda, y entre un champurreado de inglés con alemán lo más bien que conversé con la vendedora. Le conté que era de Chile, que los botines de la Libe los tejió mi suegra, ella me contó que le gustaba tejer y me atendió regio. Será que sólo lo hizo para que yo comprara algo? Como sea, nos entendimos.
Pero esto de no hablar alemán también me ha pasado la cuenta. El otro día fui al Pre unic a comprar con la Libe. Iba por sus pañales. Miré mucho rato todo lo que había en las repisas, me costó decidirme, ya estos no más, se ven buenos. Y llego a la casa a mudar a mi hija y plop”! había comprado pañales push up, de esos que son para entrenar a los niños a ir al baño!!! no tenían ni un dibujito que dijera algo poh! Yo me guié por los kilos y juré que servían. A guardarlos se ha dicho.
Ese mismo día y en la misma tienda compré una crema para el potito, de esas tipo hipoglós. Fue  a puro instinto, porque cómo se dice poto en alemán? Ni idea. Llegué a la casa y diccionario en mano empecé a traducir las palabras, ninguna era poto o algo parecido… qué hacía? Echarle no más a la Libe, confiando en que mi instinto estaba en lo correcto. Después alguien me confirmó que yo estaba en lo cierto y que la crema era muy buena. Bacán, era la más barata.
Y bueno, buscando mayonesa compramos como tres frascos de algo que es “más liviano que la mayonesa”, esa es la traducción que nos dio un amigo para la frase que nosotros jurábamos significaba mayonesa y algo más,  resulta que nunca fue mayonesa , es una crema que tiene un dejo de vinagre en el sabor y es bien aceitosa. Ahí están en el refri los frascos, se los ofreceré a las visitas digo yo, supongo que a más de alguien le gustará. Para comprar mayo, tiene que decir sólo mayonesa, nada más. En la última ida al supermercado le achuntamos!
En fin, en enero empiezo mis clases de alemán… aun así creo que todavía me quedan más peripecias con esta lengua y sus palabras de miles de sílabas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario