MI VIDA EN STUTTGART

viernes, 19 de noviembre de 2010

Viernes 19 de noviembre

Esto es lo que tenía pensado escribir el día 17, antes de ayer, pero la historia del sofá que no fue me pareció demasiado necesario de contar, tenía que compartir mi desilusión, no podía sola con ella. Ayer, noticias malas que terminaron abriendo un camino muy positivo no me dejaron tiempo.
Y es que el 17 cumplí un mes acá en Stuttgart. Y las fechas redondas, esas fechas que cierran ciclos o completan procesos, hacen pensar.
Claro, en un mes pasan cosas, es un tiempo que permite mirar para atrás y ver cuánto y cómo se ha avanzado o quedado pegado. En mi caso, ha sido un avance generoso.
En un mes me han pasado muchas cosas, que desde una perspectiva emocional pueden ser muy negativas, llegué sin mis maletas y con mucho frío, sobreviví a una semana solitaria y complicada,  he llorado de pena con desgarro, tuve que devolver un coche, perdí un sofá cama… pero hoy me siento completamente feliz. ¿Cómo, dirán ustedes? ¿Cómo se puede ser feliz con tanta cosa negativa? Bueno, simplemente porque  creo que todo lo que ha pasado en este mes tenía que pasar, tal cual pasó, para que yo ahora me sienta feliz.
¿Se han planteado eso alguna vez en la vida? ¿Lo han sentido? A mi ha pasado en algunas oportunidades. En esos momentos fuertes de la vida, los alegres y los tristes.
La primera vez, fue cuando me casé. Sí, ese día, miré mi vida para atrás y recordé, en forma especial, todas mis desilusiones amorosas. Me sentí agradecida y reconciliada con todas las lágrimas, reclamos, pataletas, obsesiones y dolores profundos que éstas me habían provocado. Todo eso tenía que pasar tal cual sucedió para que ese día tan especial y tan feliz que yo estaba viviendo fuera perfecto. Y el 7 de febrero del 2009 fue perfecto.
Cuando nos negaron la visa en Suiza, a la Libe y a mi,  y tuvimos que cambiar de planes a Alemania, tuve rabia y pena, ya no era un año lejos de Chile, tendrían que ser dos… se me movió fuerte el piso. Pero ahora me doy cuenta que eso tenía que ser así, porque acá tengo a mi amiga Vero, que nos ayudó mucho con la búsqueda del departamento y el contrato y que es además, actriz, y una gran compañía. El Coso tiene un conocido chileno que lo ayudó mucho con el tema de instalarse, que tiene una hija pequeñita que seguro será amiguita de la Libe, o sea, acá había una pequeña red de apoyo que en Suiza no hubiésemos tenido. Esto tenía que ser así.
¿Y qué es lo que me hace ser feliz acá? Fácil! Disfruto a mi hija en un 1.000 %, veo cada día cómo crece y hace algo nuevo. Es cierto, soy dueña de casa, y alguien podría pensar que ser dueña de casa es fome, pues no fíjense, estoy de lo más contenta con esto de levantarme todos los días y tener 62 metros cuadrados para hacer lo que quiera con ellos, nadie me manda, nadie me dice haz esto o lo otro. He dado rienda suelta a mi imaginación y creatividad y estoy de a poco decorando mi hogar, estoy tejiendo, estoy escribiendo, gracias a mi hermana Carolina estamos abriendo un camino que de seguro será un gran proyecto. Y etc, etc, etc…
¿El secreto? Me entretengo con cosas simples en el día a día. Vestir cada día a la Libe con una tenida diferente. Salir a pasear y buscar un nuevo camino. Aprender una nueva palabra en alemán. Innovar en la comida. Cambiar algo de lugar. Ordenar o no ordenar. En fin, son tantas cosas las que podría nombrar.
En todo esto ha sido fundamental estar con el Coso, él con todo lo que es él, ha sido la mitad de mi felicidad acá. Ya hablaré de él más en profundidad, primero tengo que pedirle autorización para el uso de su imagen por escrito.
Hay cosas que siempre van a escapar a nuestras manos y que a lo mejor no nos van a gustar, acá he aprendido que no hay que quedarse pegado en eso. Tengo delante de mi un año y 11 meses, no tengo expectativas concretas sobre qué quiero que pase, sólo sé que se vienen mil aventuras, como por ejemplo, sentarme a jugar con la Libe en su alfombra de goma eva, eso, créanme, puede ser muy adrenalínico.
Quiero seguir mirando para atrás y ver que todo tenía que ser tal cual pasó. Sentir MAKTUB.

No hay comentarios:

Publicar un comentario