MI VIDA EN STUTTGART

jueves, 28 de junio de 2012

Bis bald Deutschland!!!


Cómo llegué a Alemania?
Con cuatro maletas perdidas, una guagua de 7 meses, bolso de mano gigante con tantas cosas “por si acaso” y otra mochila llena de pena, susto y mucha incertidumbre, que nadie veía.

Cómo me voy de Alemania?
Con cuatro maletas que espero lleguen conmigo a Chile, una hija de dos años y 4 meses, un bolso de mano gigante lleno de cosas útiles y una que otra “por si acaso” y una mochila llena de experiencias, crecimiento, un corazón dividido, con pena por dejar a mi Coso  y mucha alegría a la vez,  que tal vez nadie vea.

 20 meses de ser turista a plazo fijo hicieron lo suyo.

Qué me llevo de este país, maravilloso y difícil a la vez, un país tan capitalista pero con un sistema social tan equilibrado en cuanto a oportunidades... mmmm antes de seguir, mejor aclaro que mi visión en realidad, no es de país, sino más bien de Stuttgart, la ciudad donde he vivido.

A ver, me llevo un idioma a nivel intermedio. Un idioma difícil de aprender, pero muy bonito.

Quizá un de las cosas que más me marcó en este tiempo fue el curso de alemán que hice. Subvencionado en parte por el estado. Ahí pude conocer a mujeres muy especiales que me enseñaron a abrir mi mente y me enfrentaron con mi occidentalidad gigantesca, de la cual no era consciente.  Mujeres que tenían una vida marcada por el machismo, totalmente dependientes del marido, dueñas de casa de tomo y lomo, casadas jóvenes con maridos elegidos por sus padres, que a  mi edad, algunas ya eran abuelas… un panorama terrible a mi occidental ignorancia.  Pero mujeres que llegaban todos los días con una sonrisa gigante en su rostro, que le ponían empeño en aprender un idioma, que habían dejado su país siguiendo al marido, dejando familia y vida atrás, que adoraban a sus hijos por sobre todo, que les gustaba cocinar y sabían mil cosas que habían aprendido de sus madres y abuelas… mirándolo así, en qué nos podíamos diferenciar??  En todo esto, la palabra clave fue tolerancia y aprender, adiós prejuicios.

De ellas aprendí que ser dueña de casa no tiene nada de malo. Claro, yo crecí bajo el sermón de la independencia y jurándome toda la vida que jamás sería dueña de casa ni mantenida por un hombre porque yo era para mucho más… como si ser dueña de casa me hiciera menos inteligente. Y ahora después de 20 meses de serlo, me doy cuenta que no me he vuelto tonta ni menos capaz. Todo mi lado mateo afloró igual, pero se enfrentó a cosas desconocidas donde el instinto valía mucho más que datos acumulados en alguna parte del cerebro. Estoy feliz de haber sido dueña de casa, y aunque quiero volver a trabajar, me lo tomo con calma. Porque también aprendí que el proyecto de familia que tenemos con el Coso es eso, un proyecto en el que todos tenemos que dar lo mejor y lo que el proyecto necesite para que la cosa funcione.

Me voy a Chile con el gusto por lo simple, en todo sentido de la palabra. La distancia con mi país me ha hecho ver lo exitista de nuestra sociedad. Donde todo se mide por lo caro o elitista que es.  Hay que tener una buena casa, un buen auto, hay que tener un buen trabajo, vivir en ciertas comunas, hay que mandar a los hijos al mejor colegio, el más caro o el que tiene mejores puntajes y obvio, comprar todas las nuevas tecnologías que el mercado ofrece para criarlos, porque sólo así serán más inteligentes y uno por ende,  les dará lo mejor…  qué gran mentira!! Bueno, como nosotros no pretendemos regirnos por eso,  desde ya les digo que se guarden sus opiniones sobre nuestras decisiones, si se las pido, bien, si no, pueden pelarnos todo lo que quieran.

No voy a decir que cambié del cielo a la tierra, porque creo que sigo siendo básicamente la misma persona. Pero el cambio más grande fue quizá conocerme muy a fondo, no es que sea mejor o peor que antes, solo sé cómo soy mucho más que hace 20 meses. Eso es bacán. Me hace sentir más grande. Sigo siendo miedosa igual, insegura, obsesiva y bla bla bla bla… claro que ahora manejo esos aspectos mucho mejor.

Acá los amigos son la familia, por eso que irse también da pena.  Porque siempre va a haber una parte de mi corazón que va a estar acá. Voy a extrañarlas mucho chiquillas, pero me voy tan agradecida de haberlas conocido, de todo el tiempo compartido, de tantos momentos, tantas conversaciones, de tanto cariño, de tanto ser familia… Vero, Liz, Lolo, Carola, maridos respectivos e hijos/as,  gracias!!! No sé qué más decirles.

Amigas chilenas, latinas, españolas y extranjeras, gracias por su acogida y amistad, de cada una de ustedes me llevo algo.

Ya, no sigo porque me voy a poner a llorar. Sólo me queda darle las gracias a quienes leyeron con paciencia este espacio y comentaron y opinaron.

Me voy con ganas de hacer muchas cosas en Chile, no sé si las haré todas, no sé si será fácil volver y empezar otra vez allá. Pero venga lo que venga, ahí estaré, al pie del cañón.

Ah! también me voy bonita, sí, bonita, porque aunque parezco ballena, me siento más regia que nunca!!

Vielen Dank Deutschland!!

Y espérame Chile, que allá voy!!

PS: se me quedan muchas cosas en el tintero, con tiempo en Chile, las decantaré, quizá en otro blog. Cariños a todos!!

lunes, 25 de junio de 2012

De qué no hablé??



El otro día el Coso me preguntó de qué no hablaste en tu blog??

Mmmmm, me quedé pensando…

Y se me vinieron varias cosas a la cabeza.

Creo que no he hablado de lo que es estar embarazada en Deutschland. O más bien, en Stuttgart, porque no puedo generalizar. No creo que sea igual en Berlin.

A ver, acá es fácil ir al médico. Uno paga 10 euros cada tres meses y cubre todas las visitas médicas que se necesiten, más casi todos los exámenes. Quizá lo mejor de todo es que los exámenes de sangre y orina típicos del embarazo, se hacen en la misma praxis del doctor, doctora en mi caso. Ah! Praxis es la consulta, por si aca. No existe eso de tener que ir al doc, recibir la orden del examen, ir al lab un día a hacerse el procedimiento, luego ir otro día a buscarlo y de ahí de nuevo al doc examen en mano. Quizá ahora la cosa es más fácil con internet en Chile, pero en fin, acá uno se hace el examen al llegar a la praxis y para cuando la doc me llama, ya tiene en su poder los resultados de mis exámenes. A lo más, fui un día sólo a hacerme el examen de la glucosa y estaba listo para mi siguiente cita. Fácil no?? Con la Libe y su pediatra es la misma cosa, sólo que ahí no se paga nada y los remedios de ella son gratis en la farmacia.

Mi doc tiene una máquina de ecos en su praxis, así que cada consulta vemos al bebé. Pero como no todo lo que brilla es oro, la señora en cuestión no le pone ni un empeño en ver el sexo del bebé, y aquí estoy en vísperas de entrar a la semana 28 y no tengo idea qué es mi bebé. Para ella lo importante es que el bebé esté sano y sólo eso mira ( y muy bien). Toda la razón doc, claro que es lo más importante, pero hay asuntos prácticos con lo que lidiar y ud. no me hace las cosas fáciles sabía?? Bajo este prisma, como ella no ha visto nada irregular, no me pude hacer el screanning de la semana 11 ni el doppler de la semana 20, sin una orden médica de por medio, el seguro no cubre estas ecos y me salían entre 200 y 300 euros  si los hacía particular… leeeeeeeeeejos de nuestro presupuesto.

Como tengo que viajar de vuelta a Chile, le pedí a la doc una receta para mandarme hacer unas panthys de compresión, que me costaron 16 euros, pero sin receta me salían casi 80… cuento corto, no quería dármela!!,  porque según ella no las necesitaba.  Le lloré tanto la carta, doc son 15 horas arriba del avión y mire me salieron estas arañitas rojas en la pierna (mentira, las tenía de antes) y se me hinchan cada día más las piernas, los pies en la noche, uf! Ni hablar, parecen verdaderos globos… mira me dijo, aquí tienes la receta, pero esto no es legal (y lo recalcó bien).

El peso en el embarazo acá parece no ser tema, he subido 10 kilos y ni un reto de por medio. En Chile, era pan de cada consulta con mi doc, todos los meses me iba de reto porque subía mucho. Qué relajo!!... después que nazca la guagua, espero decir lo mismo jijijiji.

De haber tenido la guagua acá, no quiero ni pensar en cómo habría sido. Las alemanas son bien valientes a la hora del parto. La gran mayoría apuesta por el parto natural, ni siquiera normal, noooooooooo, na-tu-ral!! Sin nada de anestesia ni episiotomía…  uuuuyyyyy!! Y después se van a la casa y a los días, vamos limpiando, cocinando y haciendo todo en la casa, porque acá no existe eso de tener nana o que venga la mamá a ayudarte. Pero si algo va mal… aaaaahhh Dios nos libre, porque los médicos suelen darte así de rompe y raja el peor diagnóstico y de ahí van suavizando la cosa, parten de atrás pa’delante, porque así después el paciente está preparado para lo peor y si eso no sucede, entonces el alivio es mayor… loco no??

Y bueno, cuento a parte fue mi curso de gimnasia para embarazadas. Eran 10 clases de una hora, una vez a la semana. Yo que había hecho yoga con el embarazo de la Libe, tenía la idea de un curso donde uno iba y se concentraba haciendo ejercicios…  siiii oh! Estas alemanas se lo hablaban todo, partiendo por la profe y lo hacían tan rápido, que yo no entendía nada. Pero se lo hablaban todo entre ellas, porque a mi nadie me preguntaba nada y con suerte me miraban una vez durante la hora. Creo que fue en la octava clase que la profe me hizo una pregunta, la respondí y sería toda la conversa. En la última clase, llegaron dos mujeres más y una de ella como que habló más de una frase conmigo. La verdad, no me lo tomo a lo personal, así son los alemanes. No soy ni la primera ni la última extranjera ignorada en sus conversaciones. Varias personas me contaron situaciones muy parecidas.

Otra cosa es el día a día en la ciudad. Acá no hay cajas especiales en el supermercado ni en las grandes tiendas, hay que mamarse las filas con guata, pies hinchados, coche de guagua y cansancio no más. Tampoco te dan el asiento en el Ubahn. Pueden mirarte sin ni un problema y siguen sentados. Y no es que se hagan los dormidos o miren para otro lado como en Chile. No. Simplemente no te dan el asiento. Así de simple.

Pero veamos lo positivo para terminar. Todo el mundo tiene seguro médico. Público o privado, como sea, el parto te sale gratis. La gran mayoría de los hospitales o clínicas, según he sabido, son buenos.  Cuánto nos faltará en Chile como para llegar a algo así??... ya, mejor no pensemos, dije que veamos  lo positivo para terminar jajajajajajajajaja.

miércoles, 20 de junio de 2012

Esos 10 minutos…


Hoy día al Coso y a mí nos tocó…

Hacía rato que no nos había tocado…

Creo que la última vez había sido cuando nos veníamos de la piscina el verano pasado…

Y fue así… ese día estábamos de lo mejor en la piscina al aire libre, cuando vi una tremenda nube, oscurísima a minutos de cubrir el sol. Ya nos vamos de una dije y arreglamos bártulos y partimos. Alcanzamos a llegar a la estación del Ubahn, que está  a 5 minutos, y empezó una tormenta de aquellas. Por unos minutos jurábamos que estábamos super bien ahí, claro, bajo techo quién se podía mojar??... error! Porque nos pusimos por el lado equivocado de la estación, entonces el viento fuerte y la lluvia casi horizontal hicieron lo suyo. Cuento corto, quedé hasta con los chiteco estilando. La Libe en el coche con su burbuja fue la única que se salvó. Con decirles, que hasta estrujé mi ropa antes de subir al Ubahn!!

Bueno y hoy día la cosa no fue taaaan cuática como es vez, pero sí muy inesperada. Me fui como cada miércoles, a mi curso de guatonas (gimnasia para embarazadas). Con el Coso y la Libe quedamos de juntarnos a mi regreso en una Spielplatz que nos queda a la pasada. No hicimos más que saludarnos, cuando empezaron a caer unas gotas enormes que nos dieron el tiempo justo de poner la burbuja del coche a la Libe, ni él ni yo habíamos salido preparado para la lluvia, así que el camino de regreso a casa fue mojarse todo el rato. El paraguas de la Libe estaba en el coche, para que se hagan una idea del tamaño de este accesorio, les puedo contar que sólo llegué con un hombro y mi cabeza seca a la casa. La peor parte la sacó el Coso, que tenía que empujar el coche… la Libe iba feliz comiendo galleta y jugando con el celu del papá, linda ella, que siempre lo pasa chancho.

Moraleja cara de arveja: no hay que dejarse engañar cuando el día se despeja… debería saberlo después de 20 meses en esta ciudad, acá la primavera, y bueno, el verano también, se caracteriza por ser lluvioso. Sí, llueve con calor. A veces puede ser una lluvia suave que dura todo el día; otras veces, es una lluvia intensa, por no decir tormenta, que dura 10 minutos y ya, sería. Esa nos tocó hoy día.

Hoy había llovido todo el día suavecito, en la tarde salió el sol y yo jurando que como ya no habían nubes en el horizonte, podía salir sin paraguas y sin chaqueta… ahí están ahora secándose mis prendas y mis zapatillas… y las del coso también!!

Pero bueno, hoy lo entretenido de todo esto, es que con el Coso nos reímos todo el camino de la mala suerte de salir, justo hoy, sin nada de protección para la lluvia y de lo bueno que fue el que nos alcanzáramos a juntar justo antes de quedar mojados.  Cada uno por su lado, habríamos echado pericos todo el rato, pero el ir junto hizo que la situación fuera hasta graciosa, porque además con mi tremenda panza ni siquiera podíamos caminar rápido… nos tomamos con humor que hoy día nos tocara!! Jajajajajajajajjajaja.

ps: por una cosa de dignidad, esta vez no hay fotos.

jueves, 14 de junio de 2012

La última vez que… Temporada de despedidas II parte.



Como que esta frase es para ponerse nostálgica, inundarse de saudade, pero a mi me gusta esta posibilidad de ser consciente  de la última vez que hice algo, porque puedo  dejar a mis sentidos  volar y empaparse de vida.

Así fui a mi última vez en el Leuze, un centro de aguas termales que tiene un “Kinderland”, o sea, un espacio para niños que es bacanísimo, cerrado y obvio, de agua termal. Tiene dos piscinas, una pensada para bebés (máx. 20-30 cms. de profundidad)  y otra para los niños más grandes (80 cms. la parte más honda), con resbalines, nubes que dejan caer agua cada cierto rato, juguetes, y llaves que los niños pueden abrir y cerrar cuantas veces quieran o dejar el agua corriendo si quieren, qué niño no encontraría esto el paraíso??

Las instalaciones son muy buenas, tienen baño y ducha al lado de la piscina, y un sector de pequeñas tinitas para bañar a los bebés, al lado de los mudadores. Demás está decir que la Libe ama ir a la piscina, y en cada visita se pone más osada.  Alguien conoce un espacio así en Santiago?? Pase el dato por fa, es justo y necesario para mi hija.

El sábado pasado partí a un Flohmarkt de Stuttgart, al que había ido antes un par de veces. Ahora me pareció que tenía tantas cosas bonitas. Yo que no soy muy consumista que digamos, cachurera sí, pero consumista... ya seré honesta, a veces, pero bien pocas. Ese día me habría comprado un millón de cosas, sólo porque era mi última vez y porque pensaba pucha cuándo iré a ver una cosa así de nuevo en mi vida?? A mi me matan las cosas antiguas y ahí había por montones, pero claro, no hay maleta que aguante tanto cachureo… ni se me ocurrió sacar fotos, sorry!!

El lunes pasado, fue nuestra última vez en el Zoo de la ciudad. Por mi crecida panza, sólo  pudimos visitar un sector del recinto, los pájaros, las focas (perros, según la Libe) y la casa de los monos. Es tremendo este Zoo, es precioso, pero como en  cualquier Zoo del mundo, hay animales que lucen muy estresados y otros, según yo, normales. Para la Libe y para mi lejos lo mejor siempre fueron los monos. Hay gorilas, orangutanes y chimpacés, entre otras especies.

Lo más lindo, los bebés gorilas que llegaron este año. Es como ver a un bebé humano, si tienen su cuna, juguetes y toman leche en mamadera, con pañal incluido, claro todo esto porque su mamá los rechazó. Igual era triste pensar que uno podía mirar a esos pequeños animales, debido al rechazo materno… en fin, estaban bien cuidados, eso es algo que no se puede negar.

Pero, qué es lo que más me motivaba a llevar a la Libe al menos una vez al mes al Zoo??... verla imitar a los animales con más precisión en cada visita… si es tan linda mi chiquilla, no sé a quién saldría tan histriónica!! Lástima que en Chile los Zoo me quedan tan lejos.

Y bueno, en estas semanitas que me quedan, todo se está volviendo la última vez que…  así que podría decir con toda propiedad que cada día lo estoy viviendo intensamente, me llevo tantas cosas de esta experiencia, pero eso es harina de otro costal, una historia que queda pendiente.


                                                              Piscina, Coso y Libe



Jardines del Zoo


Die Hundesee (perros de mar) o focas para nosotros




El bebé gorila, de un año... yo lo conocí de 6 meses!!

martes, 5 de junio de 2012


Temporada de despedidas


No hay plazo que no se cumpla… dice el refrán. Mi tiempo en Alemania está llegando a su fin. Eso trae consigo la apertura de la temporada de despedidas…

Oficialmente empecé a despedirme el 23 de diciembre del 2011, cuando me fui sola al último día del mercado de navidad de Stuttgart. Recorrí todos los pasajes mirando, oliendo, escuchando, sintiendo ese colorido y luminoso espacio… me dio una pena cuando estaba ahí, fue la primera vez que sentí que el tiempo estaba en la recta final… aaahhhhhhh gocé hasta el último segundo y guardé muy adentro todo lo que sentí. Es que acá hace mucho sentido ver a los viejos pascueros con sus abrigados trajes y rodeados de nieve poh!

Después vino el viaje a Freiburg, nos fuimos  a despedir de Aneliesse y su perra Rumba y obvio, de la ciudad, que es muy bonita. Cuando nos vinimos, la Aneliesse se despidió de nosotros como si nos fuéramos  ver al día siguiente… yo me quedé pensando que quizá sea una buena estrategia para decir adiós, como que no da tanta pena y uno se va contenta, satisfecha y agradecida de todo lo que ha vivido…  no sé si me resulte hacerlo.

No… no me resultó, por lo menos en la despedida de mi curso de alemán me lo lloré todo. Es que como no me iba a poner  a moquear ni mis compañeras fueron más un 7.0 conmigo. Desde que conté que estaba embarazada me trataban con un cariño enorme, si se sentaban conmigo en el recreo, siempre me ofrecían su comida primero. Esto porque para muchas es una tradición que, si por ejemplo, van a comerse una naranja y hay una embarazada con ellas, primero tienen que ofrecérsela a la futura mamá, si la susodicha la quiere, entonces se la dan y ella se quedan con las ganas no más… cada vez que alguna llevaba algo rico para comer, adivinen a quién le ofrecían primero?? Si poh, a mi, y me llenaban de cosas más ricas. Bastaba que yo comentara que quería comer algo, para que en un par de días alguna llegara con mi antojo… comí dulces árabes hasta que me dio hipo jajajajajajajaja. 

Y no sólo era la comida, era una constante actitud de hacerme sentir tan especial… más lindas mis compañeras, me preocupé de dejarles bien en claro que ellas eran parte de lo mejor que me había pasado acá en Alemania… y llorábamos juntas mientras les decía y ella me respondían que sentían una pena enorme de que yo me fuera, pero a la vez, estaban alegres de saber que yo estaría con mi familia y que nada era mejor que eso para ellas… todas tienen a sus  familias en sus países de origen, algunas no las han visto en 10 años.

Después vino el último paseo en tren, a Tübingen.  Andar en tren, es de lo mejor… sí, acá es bacán andar en tren. Y como en todo, miré, sentí, escuché, olí y palpé el tren. Me lo llevo conmigo.

Y ahora, venimos llegando de nuestras últimas vacaciones. Berlín es espectacular.  Mucho movimiento, una tremenda urbe de orden mundial, pero con cero stress. Al menos esa fue mi impresión. Bonita, ordenada… en fin, alemana pues, pero sin esa frialdad que uno podría suponer de los alemanes. Amé esta ciudad. Lo mejor fue que la Libe nos hizo ver que ahora ya no podemos planear un viaje sólo pensando en lo que nosotros queremos hacer, de ahora en adelante hay que incluir panoramas para ella, así, buscando aplacar su aburrimiento, llegamos a Legoland e hicimos un paseo en barco por el Spree. Para ella fue lo máximo. Para mi, las últimas vacaciones en familia en un buen rato. Quedé feliz.

En estos días todo se está transformando en “la última vez que…”, pero me lo estoy tomando con andina. Lo he pasado chancho en estos 20 meses… claro que no quiero pensar en cuando me tenga que despedir de la Carolina, la Liz, la Loreto y la Vero… de sólo escribirlo se me escapan las lágrimas. 

Mis compañeras del curso de alemán, bellas mujeres del mundo de  Turquía, Kosovo, Bosnia, Eritrea, Buthán, Afganistán, Sri Lanka y otros países.




                                                              Los 3 y medio en Tübingen.




 Las delicias que mis compañeras cocinaron para la fiesta final del curso de alemán. Ese plato cubierto con papel de aluminio estaba lleno de niñitos envueltos mmmm ñam ñam!! Les hice chupete, obvio. Por supuesto que la comida turca fue la estrella del banquete, por la chita la comida rica!!


          La Libe en la cúpula del parlamento alemán, con su credencial al cuello se creía super poderosa.


                            La Libe en Legoland, paraíso para cualquier cabro chico.




                          Paseo en barco por el río Spree... ella lo pasó regio!!